miércoles, 6 de abril de 2016

Anna y el Hombre Golondrina | Gavriel Savit

Tengo que hablaros de Anna y el Hombre Golondrina.  Sí. He de hacerlo.

Empecé el libro hace un par de días y me ha transportado completamente a 1939. Al menos mi mente se ha transportado a un mundo ambientado en todas las películas de la segunda guerra mundial que he visto a lo largo de toda mi vida. Situados más concretamente en Polonia. En una ciudad dividida. Si os digo que está dividida entre Lobos y Osos seguramente no entendáis nada. No hasta que leáis el libro. No hasta que lleguéis a la página 77.

Si quieres saber un poquito más, sigue leyendo.


El escritor de esta novela se llama Gavriel Savit, y ha sido publicada en España por Plaza & Janés. Cómo me alegro de que haya sido traducida al español, porque Ole y Ole.

Ha sido un recorrido increíble, página a página, con un lenguaje muy claro pero muy mágico. Tal vez mágico no sería la palabra más apropiada, pero es lo que yo he sentido. He disfrutado por lo bien que está escrito, o mejor dicho, lo bien que está contado todo. Y sobre todo he disfrutado de las metáforas. Eso ha sido lo mejor. Sin lugar a dudas.

Describir este libro es muy difícil, ¿y si lo dejamos en que os lo recomiendo mucho y paramos de contar?

Se dice de el libro que si te cautivó la lectura de La ladrona de libros, este libro lo hará de la misma forma. Y en cierto sentido es cierto. Es cierto porque de una forma muy sutil -al menos al principio- te va llevando por los años en los cuales transcurrieron la Segunda Guerra Mundial, de la mano de dos personajes que pasan la gran mayoría del tiempo solos. Ellos son, como no podía ser de otra manera, Anna y el Hombre Golondrina.

Solo por disfrutar de la forma con la que están contadas las cosas, ya merece la pena leerlo. La única pega que yo le pongo, es que los detalles de todo lo que se expresa incluso después de la mitad del libro, son fascinantes. Sin embargo, para mi gusto, decae más de lo que me gustaría admitir conforme se acerca al final. Un final demasiado rápido para cómo está tejida la trama de la historia. Sí, está claro que deja mucho a la imaginación y al entendimiento, pero aún así, antes de todo ese desenlace hubiese preferido un poquito más.

¿Sabéis qué ha sido lo mejor de todo? Ya en su día, cuando vi una video-reseña de Yai en su canal sobre este libro, le dije que parecía un libro del que podrían hacer una buena película. Pues bien, yo me he imaginado las 250 páginas como una película en la que incluiría todo. TODO. Porque es que no hay ninguna parte que se haga pesada e incluso muchas de las narraciones te llevan a imaginarte escenas simplemente en el silencio más absoluto. O en el que los protagonistas simplemente caminan entre bosques y paisajes.

No deja de ser una historia sobre una guerra cruel que afectó a miles de personas, pero al ser Anna al principio de la historia una niña de 7 años a la que cualquier adulto quiere proteger de las verdades más horribles del mundo, hasta bien entrada la historia uno no es consciente verdaderamente de las consecuencias que dejan en Polonia esta guerra. Por supuesto, esas consecuencias que cuando ya no hay más remedio Anna tiene que presenciar, la hacen madurar mucho más rápido que a cualquiera. O al menos más rápido que a cualquiera que no haya tenido que vivir una experiencia semejante.

Os lo recomiendo MUCHÍSIMO. 

El hombre Golondrina extendió la mano para estrechársela a Anna, como haría cualquier adulto que quisiera zanjar un trato.
Pero Anna no era un adulto, así que hizo lo que cualquier niña pequeña haría cuando su papá le tienda la mano.
Se la dio y no la soltó.









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